En las inferiores de River hay muchas historias de sacrificio que todavía no fueron contadas y muchos apellidos que todavía no explotaron todo su talento y seguramente darán de qué hablar en unos años. Sin embargo, esto ocurre en casi todos los clubes el fútbol argentino. Siempre hay dos o tres jugadores que desde muy jóvenes resaltan del resto de sus compañeros por su impresionantes cualidades futbolísticas a tan corta edad. Y uno de esos casos es el de Claudio Echeverri, la joya de la cantera Millonaria.
De patear una pelota descalzo en un pequeño pueblo de Resistencia, provincia de Chaco, a entrenar con el Monumental de fondo cada vez más seguido. Claudio, mejor conocido como el Diablito, juega en Octava División pero desde Infantiles que los hinchas de River conocen su talento para gambetear rivales y definir. Videos suyos empezaron a surgir en las redes y los hinchas se ilusionan con poder verlo en Primera División.
Echeverri llegó a Núñez a los 10 años desde Deportivo Luján, club chaqueño en el cual jugaba. A su vez, atravesó un complicado proceso de adaptación como cualquier chico que deja a su familia para vivir en la pensión de un club de fútbol a tan corta edad. Y la gente lo empezó a conocer gracias al Venice Champions Trophy, un campeonato internacional de fútbol infantil que River disputó en Venecia contra clubes de talla mundial como Juventus, Chelsea y Atlético de Madrid.
En el último tiempo, desde la llegada de Marcelo Gallardo, la atención a las divisiones inferiores de River se ha acentuado mucho. Además, el Muñeco utiliza a los jóvenes del club como un recurso constante para sumarle nuevas características al plantel. Es por eso que en el último tiempo nos hemos acostumbrado a que los pibes del club se transformen en grandes figuras para luego dar el paso a Europa. Exequiel Palacios y Lucas Martínez Quarta son los ejemplos más cercanos.
Claudio Echeverri
Hace unos meses, el juvenil dejaba un mensaje que ilusiona a todos los fanáticos del Millonario: “Mi sueño es quedarme en River y debutar en la Primera. Es algo muy lindo, nunca me imaginé jugar en el club más grande de Argentina”. No obstante, todavía le queda mucho trayecto por recorrer y seguir afianzándose y creciendo. A su vez, de la mano del Muñeco puede llegar a dar esa explosión necesaria para su estilo de juego.