Leonardo Pisculichi fue mucho más que aquel gol a Boca en la semifinal de la Copa Sudamericana 2014. Fue un futbolista que tuvo su gran gambeta como recurso, fue una pegada extraordinaria y una figura todoterreno. Pero por sobre todas las cosas fue uno de los jugadores más importantes de los inicios de Marcelo Gallardo en River.
Es cierto que aquella serie fue una semifinal y que lo único que se había conseguido era el pase a la final de un torneo internacional. Pero Piscu también la descosió en aquella final contra Atlético Nacional. Él fue quien se puso el equipo al hombro en Medellín cuando era resultado era adverso, y quien hizo un golazo para igualar la serie y volver con un empate crucial.
Por eso, el recuerdo del Muñeco hacia él, es más que la de un simple DT-jugador. “Siempre hablo con él. Nacimos el mismo día, 18 de enero. Generé un vínculo especial con él. Tenía una personalidad donde yo me sentía muy representado. Hablaba poco, con un talento extraordinario que, para mi gusto, había sido totalmente desaprovechado en muchos años”.
El Muñeco reveló detalles de sus primeras charlas en diálogo con TyC Sports: “Cuando lo fui a buscar, le pregunté si él se sentía capaz de que su talento lo pudiera expresar en un club que lo iba a exigir. De entrada me dijo que sí, que estaba totalmente convencido. Al principio le costó muchísimo, pero ante Central se desbloqueó y empezó a jugar de una manera…”.
Luego, totalmente sincerado dijo: “Hubo un vínculo de entrada con esa conversación. Fue como un compromiso de ambos. Después se desbloqueó y jugó un semestre extraordinario. Este abrazo sentido es… bueno, me emociona. Siempre hablo con él, lo quiero mucho. Y esto lo refleja“, expresó cuando vio el abrazo que se dieron tras el gol al Xeneize.