La noche del sábado estuvo llena de particularidades para el mundo River, pero por sobre todo de emociones. Claro está que la alegría de ser campeón es inmensa, y le da un clima de fiesta a todo Núñez. Sin embargo, también hay cierta sensación de nostalgia por aquellos que dejarán de jugar al fútbol. Pero más allá de ellos, también hubo otra despedida.
Es sabido que Leonardo Ponzio y Germán Lux tuvieron el último partido de sus carreras profesionales, y los hinchas los llenaron de afectuosos mensajes. Además, Enrique Bologna finaliza su contrato en unos pocos días y se marchará con destino a Banfield. No obstante, también hubo otro retiro, aunque se trata de una persona lejana a los focos.
El personaje es Raúl Quiroga, quien trabaja en el club desde los 70’, y es una de las personas más queridas en la institución. Desde hace varias décadas, Pichi es el utilero del equipo, y ha sido protagonista secundario de una impresionante cantidad de consagraciones. Y por su condición de amigo con Gallardo, vivió el ciclo dorado de River.
Sin embargo, su prolongada trayectoria en Núñez está llegando a su fin, y a partir del año que viene no estará más. Es por eso que en el medio de los festejos, Ponzio se acordó de esa situación y lo fue a buscar. Sin lugar a dudas, esa acción del Capitán deja en claro dos cosas: la clase de referente que es Leo, y lo muy querido que es Raúl en el plantel.
Luego de tantos años en la institución, Gallardo perderá a una de las tantas personas que trabaja en silencio. Pero, además, no podrá contar más con uno de los grandes talismanes del club, el cual estuvo presente en la época dorada de Ramón Díaz en la década del 90, y quien acompañó al Muñeco a lo largo del ciclo más exitoso de todos.