La historia de River ha estado marcada, entre muchas cosas, por los brillantes futbolistas que han vestido su camiseta. Y si de ídolos se trata, es imposible no mencionar a Enzo Francescoli. El uruguayo es uno de los máximos emblemas del Millonario, y entra en el grupo de aquellos que son considerados como máximos referentes en el club.
Sin embargo, a principios de 1998 el Príncipe le puso un punto final a su carrera, cerrando así su segunda etapa en el conjunto de Núñez. Pero lo que poco se sabía era que el atacante estuvo cerca de concluir su extensa trayectoria tiempo antes. No obstante, otro ícono del club lo convenció de jugar un tiempo más, y así lo reconoció en dialogo con ‘Ligas Mayores’.
“Yo empecé a sentir que tenía menos ganas de ir a entrenar y muchas menos de ir a concentrar. Cuando ganamos el bicampeonato en la cancha de Vélez, yo ya estaba preparado para dejar de jugar. Pero unas noches previas, hablando con Leonardo Astrada, mi compañero de cuarto, me dijo que le dé para adelante, que íbamos a jugar por el tricampeonato y que eran solamente seis meses, que se hacían cortos”, aseguró.
“Me quedé y ganamos el tricampeonato”, continuó. Un año y medio más tarde, Enzo tuvo su tan recordado partido de despedida en el Estadio Monumental, y el uruguayo recordó que “fue algo inolvidable”. Además, añadió: “te diría que lo esperaba bastante. Tuve un reconocimiento en vida como pocos tienen. Extraño, pero pasados 20 años me doy cuenta que hice bien”.
Finalmente, el ídolo riverplatense declaró que hay una cuestión de la actualidad que lo asombra. “Lo que más me llama la atención es el hoy. Me sorprende que la gente todavía te siga, la cantidad de chicos que tienen tu nombre, de muchas cosas que ni yo me las creo. Es fuerte y es lo más grato que me llevo”, concluyó.