Julián Álvarez ha sido una de las grandes figuras de la Selección Argentina en la Copa del Mundo, y no hay dudas al respecto. Pese a haber iniciado siendo suplente, el delantero supo ganarse un lugar en el once de Scaloni, y sus buenos rendimientos lo mantuvieron en el lugar. Sin embargo, a casi cuatro meses de la conquista, el goleador contó una insólita situación que le tocó vivir en aquella final.
A día de hoy, todos reconocen al ex River como uno de los grandes pilares del combinado nacional durante la cita mundialista. No obstante, antes de iniciar el certamen, seguramente pocos esperaban que pudiera tener tal impacto. Resulta que, a priori, la Araña iba a ser el recambio de Lautaro Martínez, cosa que finalmente no ocurrió.
A base de buenas actuaciones y, por supuesto, goles, Julián se consolidó como titular a partir del encuentro ante Polonia. En dicho encuentro, Álvarez convirtió su primer tanto, el cual fue seguido por el de Australia y los dos ante Croacia. Y si bien es cierto que en la final no pudo inflar las redes, tuvo un buen desempeño.
Pero hablando precisamente acerca de ese partido, en las últimas horas el delantero contó una situación que le tocó vivir con la camiseta que usó en el segundo tiempo. “Me acuerdo que me cambié cuando salí y la dejé en el banco de suplentes. Después fueron los penales, fui a festejar y la dejé ahí”, contó inicialmente en ‘Urbana Play’.
Y a continuación, narró el proceso que lo llevó de la desesperación por la pérdida al alivio por la recuperación de la misma. “Pensé que la había perdido. Le pregunté a los utileros pero no me dijeron nada. En esta fecha FIFA que volvimos, Juan Cruz, uno de los utileros me la trajo y me dice, ‘no te la lavé, ni nada’. Lo amé”, cerró Julián Álvarez.