Marcelo Gallardo está en boca de todos, no solamente del mundo River, sino cualquier amante del fútbol. Desde entrenadores, jugadores, hasta periodistas no paran de darle elegios a uno de los mejores entrenadores. No solamente a nivel local, sino también del continente. En esta ocasión, un ídolo del club se animó a hablar de la actualidad del equipo y sorprendió a todos: “Ya saben”.
El Muñeco logró otro reconocimiento al terminar el partido que ganó River 2-0 con goles de Juanfer Quintero y Robert Rojas. Llegó a las 200 victorias en el Millonario en sus ocho años como entrenador del club. Desde su debut el 27 de julio frente a Ferro por Copa Argentina que ganó por penales luego de empatar 0-0 hasta el último partido de este domingo frente a Newell’s que ganó 2-0 en Rosario.
“Es el mejor entrenador de la historia. Estos 7 años muestran algo parecido a lo que fue en 1986”, dijo el Beto Alonso en referencia al año en donde el Millonario ganó la Copa Libertadores; y fue campeón del mundo por primera y única vez en su historia. Además, se refirió a la llega de Quintero y su número de camiseta. “El numero 10 esta bien representado, también lo estuvo cuando lo usaba Carrascal”.
“El equipo ya conoce al técnico, ya saben lo que tienen que hacer”, agregó el Beto sobre la influencia del Muñeco en el plantel. A su vez, se manifestó al respecto de la posible vuelta de Suárez en los próximos partidos. “Levanta la cabeza y siempre se la da a un compañero, hay que ver como vuelve, en River hizo goles importantes”. Se espera que contra Racing o San Lorenzo pueda volver a la lista de concentrados.
Marcelo Gallardo y el River de 1986
“El equipo del 86 era una selección, por eso es muy difícil compararlo con este River”, sostuvo el Beto Alonso. Si bien el equipo de Marcelo Gallardo está logrando cosas increíbles para el club, es verdad que ambos tuvieron grandísimos jugadores. Lo que hay que resaltar es que un ídolo del club, salga a respaldar al equipo actual y no se quede con su ego de que en su tiempo era menor todo, y pueda reconocer a quién lo merece.