Pasaron ya más de 15 años de una de las polémicas que tuvo el Millonario en su historia. En mayo de 2005, el River de Leonardo Astrada se convirtió abruptamente en el escenario de una novela repleta de capítulos dramáticos, increíbles, que rozaron el límite de lo policial. Además, 12 meses antes había perdido la semifinal de la Copa Libertadores contra Boca, por penales en Núñez. Hoy, el técnico de aquel equipo se refirió aquel conflicto del plantel.
En un caos tremendo provocado por una de las peores traiciones del hombre. Horacio Ameli estaba teniendo una relación de amante con la esposa de su íntimo amigo Eduardo Tuzzio, también compañero de zaga en aquel equipo. Fue un shock. Una bomba, que explotó, literalmente, en medio del Monumental, en el corazón del club. A su vez, ese plantel tenía a Marcelo Gallardo como uno de los principales líderes.
Seguían conviviendo como si nada en los entrenamientos y en los partidos del River del Jefe. Sin embargo, ni siquiera se dirigían la palabra afuera de la cancha. Al mismo tiempo, Tuzzio empezó a sumarse a las concentraciones un día más tarde “por problemas personales”. Claro, el problema personal era que se estaba separando de su esposa, con la que tenía tres hijos, porque se había enterado de la traición con su gran amigo Ameli.
“No había forma de manejarlo. Es más, me equivoco yo por la decisión que termino tomando”, afirmó el Jefe que estaba dirigiendo al plantel en aquel entonces. Además, agregó: “Los termino dejando a los dos, porque busque el éxito deportivo. Teníamos a Gandolfi lesionado y a Crosa recuperándose de una lesión. Tendría que haber separado a uno de los dos”. A su vez, añadió: “A partir de ahí el grupo se dividió”.
¿Qué pasó Astrada?
Al término de ese dramático primer semestre de 2005, Leonardo Astrada separó del plantel a los dos futbolistas a modo de sanciones disciplinarias. Luego, presentó su renuncia. Por un lado, Tuzzio decidió que la mejor forma de borrar esa etapa era irse del país y partió al Mallorca de España, a préstamo por una temporada. Por su parte, Ameli pasó a entrenarse con los pibes de la cuarta división en Núñez. Mostaza Merlo, fue el sucesor del Jefe.