La Copa Libertadores de 2018 quedará grabada por siempre en la memoria de los hinchas de River. Pero no solamente por la final frente a Boca en Madrid, sino que todo el trayecto previo hasta alcanzar el cotejo definitivo. Resulta que, para consagrarse, los de Marcelo Gallardo debieron enfrentarse a tres de los cuatro grandes del fútbol argentino y al último campeón de la Copa antes de llegar al tan recordado gol de Gonzalo Martínez.
Justamente, este último dialogó con ‘F90’ y recordó aquella campaña continental. En primer lugar, el Pity recordó la semifinal frente a Gremio. “Ese partido fue muy fuerte también, no sé si al nivel de lo de Madrid, pero está muy cerca. Aparte había calentura previa porque a mí me avisaron al mediodía que no jugaba, me avisó el Muñeco”, manifestó el mediocampista, quien agregó que la vuelta en Brasil “estuvo picante”.
Aquella hazaña en Porto Alegre le permitió al Millonario hacerse un lugar en la final continental, justamente ante el máximo rival. “El entretiempo fue muy tranquilo, muy relajado. Llegamos al vestuario y dijimos que teníamos que estar tranquilos. Nos costó mucho el campo de juego. Era otra cosa, la pelota volaba. Aparte nosotros en River entrenamos pase y recepción en cancha mojada, pero esa cancha tenía jabón. Entramos al vestuario y dijimos que teníamos que calmarnos y hacer lo nuestro”, recordó.
El Pity quedará en la historia grande del club por aquel tanto que liquidó la serie, y reveló lo que le pasó durante la corrida. “Hubo un momento en el que perdí el conocimiento de donde estaba. Fueron dos segundos cuando la tiré para adelante que perdía la conciencia. Estaba acalambrado antes de esa corrida, pero era el gol que cerraba”, comentó. “Fue el desahogo de que la Copa era nuestra y que no había más nada. Yo escuchaba que mis compañeros festejaban y quería festejar antes de hacer el gol”, añadió.
Durante los últimos años, River y Boca han tenido que cruzarse en muchas oportunidades, y en distintos certámenes. En relación a ello, Martínez afirmó que ya había una sensación distinta cuando el rival a enfrentar era el Xeneize. “Teníamos una actitud ganadora, ya sabíamos lo que teníamos que hacer y que lo íbamos a hacer bien, y el rival lo sabía así. Boca nos tenía mucho respeto. No sé si en la cancha de River tanto como en la cancha de Boca”, concluyó.