En su debut en la Messi Cup, River protagonizó un partido cargado de emociones ante el Barcelona y terminó igualando 2-2 en un encuentro que tuvo de todo y terminó conun final agónico que dejó gusto a poco.
El equipo argentino, que viajó al torneo con una mezcla de juveniles mostró personalidad frente a uno de los rivales más exigentes del certamen y dejó en claro que tiene herramientas para pelear de igual a igual. El club catalán se puso en ventaja durante la primera mitad con un tanto de Ruslan Mba, quien aprovechó una desatención defensiva y definió ante la salida del arquero. Ese gol obligó al Más Grande a salir a buscar el partido con mayor decisión, pero sin perder orden ni intensidad.
Al elenco de Núñez Le costó generar situaciones claras durante ese tramo inicial, aunque con el correr de los minutos ajustó líneas y empezó a jugar más cerca del área del conjunto Catalán.
Un segundo tiempo vibrante y con final abierto
La reacción millonaria llegó en el complemento. Primero, Bruno Cabral, desde el punto penal, marcó el 1-1 luego de un foul dentro del área que el árbitro sancionó sin dudar. Ese gol fue un envión anímico para La Banda, que rápidamente encontró el segundo tanto a través de su delantero Joaquín Amor, que capitalizó una gran jugada colectiva y puso el 2-1, dando vuelta el partido y despertando la ilusión de llevarse el triunfo en el primer partido del certamen organizado por el astro argentino.
A partir de allí, el equipo rojo y blanco controló los tiempos, manejó la pelota y parecía tener el encuentro bien controlado, sin embargo, en la última jugada del partido, cuando el reloj ya marcaba el tiempo de descuento, apareció Ahmed Abarkane para empatarlo y decretar el 2-2 definitivo.
Ahora, el conjunto millonario ya piensa en su próximo desafío, el cual será el Manchester City, hoy 10 de diciembre a las 16:00.



