El ídolo y analista de Boca, Carlos Fernando “Mono” Navarro Montoya, desató una nueva polémica con una fuerte y cruda reflexión sobre el presente de River tras la reciente derrota ante Racing. Lejos de centrar su análisis en el “Xeneize”, el exarquero apuntó directamente al ciclo de Marcelo Gallardo, considerándolo el factor determinante en la debacle que ha marcado el cierre de año del equipo.
Sus declaraciones resonaron con dureza en Núñez, donde el “Millonario” atraviesa su momento más complicado en años. Navarro Montoya utilizó términos contundentes para describir el estado actual del plantel. “River está hecho pedazos. Cuando vos ves la imagen del entrenador, ves la imagen del equipo”, disparó el “Mono”, estableciendo una conexión directa entre el técnico y el rendimiento.
Para el exguardameta, el declive de River no es solo técnico, sino profundamente anímico: “Ves un equipo resignado porque el entrenador está resignado. Ves un equipo golpeado porque el entrenador está golpeado. Ves un equipo desorientado”, sentenció, identificando el origen del bajón en la actitud que emana desde el banco. El exarquero profundizó su diagnóstico, aludiendo al impacto que el éxito pasado de Gallardo tiene en la gestión de esta crisis.
Navarro Montoya apuntó contra Gallardo
Según su perspectiva, haber alcanzado la cima del fútbol continental puede generar una falsa sensación de invulnerabilidad. “Cuando llegás a lo más alto como lo hizo Gallardo, muchas veces crees que lo otro no te puede pasar, y cuando te pasa es difícil desenvolverse por esas aguas”, explicó. Para Navarro Montoya, River ha perdido mucho más que partidos: ha extraviado su confianza y su identidad histórica.
A diferencia de otras ocasiones donde se enfocó en cuestionar al equipo de La Ribera, esta vez el “Mono” eligió concentrarse enteramente en el presente de River. El analista destacó que el equipo ha finalizado el 2025 de manera traumática, sin ofrecer respuestas convincentes en el campo de juego. Este desgaste acumulado, en opinión de Navarro Montoya, es palpable en cada sector del equipo y se refleja en la falta de reacción ante los resultados adversos.



