El próximo domingo se perfila como una jornada de alta intensidad emocional para Franco Colapinto. El piloto argentino no solo tendrá que concentrarse en su participación en el Gran Premio de Brasil de Fórmula 1, sino que su atención también estará dividida por el esperado Superclásico entre Boca, el club de sus amores, y River.
De acuerdo con información del sitio TyC Sports, a pesar de su enfoque en conseguir sus primeros puntos con Alpine en la F1, el corazón del automovilista latirá al ritmo del fútbol en La Bombonera. Previo a la vibrante carrera que se disputará en el autódromo de Interlagos, donde sentirá de cerca el apoyo de los aficionados argentinos, Colapinto se dio tiempo para palpitar el derbi del Torneo Clausura.
Franco Colapinto y su deseo para el Superclásico
El piloto de Pilar, Buenos Aires, no ocultó su favoritismo e incluso se animó a vaticinar un resultado. “Con un 2-0 estoy contento. Mientras gane Boca, estamos bien”, comentó, evidenciando su confianza en el conjunto Xeneize. La convicción de Colapinto se basa en el buen momento futbolístico que atraviesa el equipo de La Ribera. Bajo la dirección de Claudio Úbeda y con Leandro Paredes como motor, Boca ha ganado sus últimos dos partidos como visitante (3-1 a Barracas Central y 2-1 a Estudiantes de La Plata), llegando al clásico con el ánimo en alza.
Este buen presente contrasta fuertemente con la realidad del “Millonario”, que se encuentra sumido en una crisis de resultados bajo el mando de Marcelo Gallardo. Consciente de la coincidencia horaria entre el Gran Premio y el Superclásico, y a pesar de que el pronóstico indica un clima despejado para el fin de semana en São Paulo, el joven automovilista bromeó sobre la posibilidad de que la carrera sufra un retraso.
“El horario es jugado. Espero que no retrasen la carrera por lluvia. Si la llegan a retrasar, yo me bajo, che. Que me pongan en la tele el partido de Boca. Voy a entrar con una camiseta de Boca, algo para bancar. Ojalá que sea un buen domingo para todos, en la F1 y en el fútbol también”, concluyó Franco Colapinto, esperando que la jornada deportiva termine con una doble alegría personal.
