Miguel Borja se llevó todas las miradas tras la última derrota de River en el Estadio Mas Monumental. La difícil racha del “Millonario” se acentuó con una nueva caída, esta vez como local ante Gimnasia, en el marco de la Fecha 14 del Torneo Clausura. Con abucheos dirigidos a ciertos jugadores durante la presentación, el clima fue tenso. El desempeño del equipo de Marcelo Gallardo fue pobre, carente de creatividad y sin generar peligro real hasta los minutos finales.
A pesar de que el penal cobrado a favor en el tiempo de descuento fue, incluso, cuestionable, River no pudo capitalizar la oportunidad de conseguir el empate. Lo más llamativo fue la elección del ejecutante: Miguel Borja tomó la responsabilidad de patear, a pesar de ser un futbolista que arrastra meses de reprobación por parte de la hinchada y que venía de fallar su remate en la reciente tanda de penales ante Independiente Rivadavia por Copa Argentina.
La falta de claridad en el ambiente de River fue tal que nadie intervino para evitar que el delantero colombiano se hiciera cargo de la ejecución. Borja disparó, el arquero Insfrán adivinó la dirección, y el penal fue atajado. El cuadro de Núñez perdió el encuentro 1-0, desaprovechando la última jugada para sumar un punto que hubiera sido crucial tanto para la tabla de la Zona B del Clausura como para la clasificación anual.
Noche cuestionable para Miguel Borja
Horas después de la derrota, Miguel Borja utilizó su cuenta de Instagram para publicar un mensaje. El colombiano compartió una historia con palabras de fe y fortaleza: “Gloria a ti mi Dios por este momento difícil, porque no tengo dudas que me hará más fuerte y me ayudará a aumentar mi fe. No quisiera estar pasando por este tiempo de desierto, pero aún esto no termina, queda mucha historia por contar y tengo la certeza que saldré victorioso, porque para los que amamos a Dios todas las cosas ayudan para bien (Romanos 8:28) Gracias por los mensajes de apoyo,” escribió.
El futuro de Borja en River ya está definido, y el delantero no renovará su contrato, el cual finaliza a fines de 2025. Su ciclo de tres años y medio ha estado marcado por una notable irregularidad: un buen inicio, un apagón en la transición con Demichelis, un período como pieza clave entre finales de 2023 y el primer semestre de 2024, y una nueva caída de rendimiento tras el regreso de Gallardo.
