En su segunda visita de la semana al Gigante de Arroyito, River tuvo una noche más que complicada. No solo por su deslucida actuación en el terreno de juego, sino también por una serie de decisiones arbitrales que despertaron numerosas opiniones. Con este escenario, Marcelo Gallardo no se anduvo con vueltas y puso el foco en la manera que intentó afrontar el partido tras la expulsión.
Desde el primer tiempo en el Gigante de Arroyito, Marcelo Gallardo se topó con numerosos contratiempos. Sobre todo después de la expulsión de Juan Portillo por doble amarilla, que significó un baldazo de agua fría y cambió por completo el trámite. Por este motivo, tomó la palabra en el vestuario después del cierre de los 45 minutos e intentó poner paños fríos.
“En el entretiempo traté de llevar calma. Porque a veces te intentan desequilibrar. Hay que tener templanza para no pasarse de rosca. Les pedí tranquilidad y ser inteligentes“, comentó el entrenador, con el objetivo de calmar las aguas en una noche bastante picante. Con uno menos en cancha, esperaba no perder otro nombre y quedar a tiro del empate.
Estuvo a punto de conseguirlo, como quedó en evidencia con un remate de Bautista Dadín que se estrelló en el palo. Lamentablemente, la fortuna no estuvo del lado de River en la noche del domingo, por lo que se quedó con las manos vacías. Ahora, buscará encontrar el envión anímico ante su gente, cuando reciba a Sarmiento en el Monumental.
El panorama de River
Además de no poder contar con Juan Portillo, Marcelo Gallardo deberá encontrarle reemplazo a Maxi Salas, quien recibió dos fechas de suspensión tras la derrota ante Riestra. Además, perderá a los convocados por sus respectivas selecciones a la fecha FIFA, por lo que no tendrá a disposición a Juanfer Quintero, Kevin Castaño, Gonzalo Montiel, Lautaro Rivero, Marcos Acuña y Matías Galarza.

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