En la tarde del domingo, River estuvo lejos de dejar en el camino el trago amargo por la eliminación de la Copa Libertadores. Protagonizó otra jornada pálida, donde volvió a mostrar un flojÃsimo nivel, cayó ante Deportivo Riestra y quedó en el medio de las crÃticas de los hinchas. A esta situación se le suma una racha negativa que volvió a hacerse presente después de una década y media.
El descontento del pueblo riverplatense con el equipo no solo quedó en evidencia en la previa, sino que se mantuvo durante los 90 minutos e incluso después del cierre del partido. River volvió a tropezar en el verde césped, cayendo por 2 a 1 ante Deportivo Riestra y dejando pasar la oportunidad de afianzarse en la cima de su zona.
Para colmo, los dirigidos por Marcelo Gallardo quedaron en el medio de una racha negativa, cuyo último antecedente tuvo lugar en 2010: acumula cuatro derrotas al hilo, algo que no pasaba desde el ciclo de Leonardo Astrada como entrenador. En aquella oportunidad, el Millonario cayó al hilo ante Boca, Argentinos, Lanús y Newell’s.
Actualmente, River atraviesa un presente que repite los malos números y obliga al equipo a reaccionar cuanto antes. La pésima seguidilla de resultados comenzó en el partido de ida de la Copa Libertadores ante Palmeiras, continuó con la visita del Millonario a Atlético Tucumán, se agudizó en la revancha contra el Verdão y ahora se profundizó con la derrota ante Deportivo Riestra.
River busca un envión anÃmico
Por este motivo, el cruce del jueves contra Racing está lejos de ser uno más para River, que solo considera un triunfo para meterse de lleno en las semifinales de la Copa Argentina. Marcelo Gallardo entiende que se posiciona como una oportunidad dorada para levantarse, por lo que considera el cruce como “una final” y pondrá en cancha lo mejor que tiene.
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