El presente de Miguel Borja en River Plate se ha convertido en uno de los focos de crítica más fuertes dentro del ciclo de Marcelo Gallardo. El delantero colombiano, que llegó como una apuesta de jerarquía para el ataque millonario, acumula ya varios partidos extendiendo una racha negativa que impacta de lleno en el club.
La preocupación crece entre los hinchas de River Plate por la prolongada sequía goleadora de Miguel Borja, uno de los arietes más esperados del equipo millonario. Tras la derrota por 2-1 ante Deportivo Riestra el pasado domingo 28 de septiembre en el Monumental, el delantero colombiano sigue sin encontrar el arco rival.
La sequía, partido a partido
- 9 partidos por el Torneo Clausura, donde River ha tenido altibajos y Borja no logró marcar diferencias.
- 2 partidos por Copa Argentina, incluyendo el reciente cruce ante San Martín de San Juan.
- 4 partidos por Copa Libertadores, donde River fue eliminado por Palmeiras en semifinales.
- Desde su último gol —anotado en la primera fecha del Clausura ante Platense— Borja no volvió a inflar la red. Su rendimiento ha sido discreto, con poca participación en el juego, escasa movilidad en el área y una notoria falta de confianza
❌️ Miguel Borja lleva 2 MESES y 15 días SIN ANOTAR UN GOL en #River.
— 𝙍𝙄𝙑𝙀𝙍 𝙉𝙀𝙒𝙎 (@RiverNewsRP) September 29, 2025
➡️ Pasaron 15 partidos: 9 por Clausura, 2 de Copa Argentina y 4 de Libertadores. pic.twitter.com/oceyUxFMGV
La falta de goles no es el único problema. En los últimos encuentros, Borja ha sido reemplazado o directamente relegado al banco, y cuando juega, se lo nota desconectado del circuito ofensivo. La hinchada comienza a impacientarse, y Gallardo deberá decidir si lo sostiene en el once para el crucial partido ante Racing por Copa Argentina.
Esta sequía coincide con el mal momento colectivo de River, que acumula cuatro derrotas seguidas y enfrenta a Racing este jueves 2 de octubre por la Copa Argentina en un partido decisivo. La ausencia de goles de Borja, combinada con las críticas de figuras como Óscar Ruggeri sobre las tácticas de Gallardo, ha generado un ambiente de tensión.
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