El fútbol argentino tuvo un breve parate por la doble jornada de Eliminatorias Sudamericanas. Pero, en el mientras, los equipos se ponen a punto para encarar el último tramo de la Liga Profesional. River hace lo propio y en esta misma línea, Marcelo Gallardo sonríe. Porque tendrá un “refuerzo” de lujo para visitar a Independiente Rivadavia el próximo jueves 21 de noviembre.
El año anterior, River sufrió un fuerte sacudón cuando quedó fuera de la Copa Libertadores muy tempranamente. Y se esperaba que, obviamente, tuviese repercusión en el libro de traspasos y en sectores donde las cosas no venían bien. Porque, claro, habría un importante recorte en el plantel. Aunque, en mayoría, solo se dieron las salidas se dieron por nombres que no tendrían consideración.
Pero, acortadamente en la cantidad, se aseguraron a Agustín Sant’Anna en el lateral derecho y a Rodrigo Villagra junto con Nicolás Fonseca en el mediocampo. Entonces, estaba a la vista que con la clasificación a octavos de final de la Libertadores en 2024, el panorama tenía que ser totalmente distinto en este mercado de invierno. Y poco a poco se ponían en marcha con más futbolistas.
En este último mercado llegaron Federico Gattoni, Felipe Peña Biafore y Franco Carboni (quienes ya se fueron), Jeremías Ledesma y Adam Bareiro. Pero, entendiendo que se necesitaba un plantel competitivo y donde no había variantes en los laterales, con Gallardo al mando arribaron Germán Pezzella, Maximiliano Meza, Marcos Acuña y Fabricio Bustos.
Justamente, este último, se calzó la camiseta de River para ocupar el lugar de Sant’Anna mientras estuvo lesionado y aprobó en todos los encuentros. Por eso, el ex Defensa y Justicia, ahora tenía la durísima tarea de volver a ganarse la consideración del DT. Recibió el alta médica, aunque, aun no logró sumar ni un solo minuto porque volvió a sufrir una sinovitis. Tras un largo tiempo, apareció en las convocatorias y podría sumar minutos para encarar el tramo final del año. Refuerzazo.