River hizo pata ancha en La Bombonera desde el minuto cero y con un equipo plagado de suplentes se quedó con la victoria por 1-0 ante Boca gracias al tanto de Manuel Lanzini. Uno de los que se terminó llevando todos los flashes fue Sergio Romero, quien además de tener una mala tarde debajo de los tres palos casi se va a las manos con un hincha propio.
A causa de esta situación Boca decidió sancionar a Romero con dos partidos suspendido, por lo que no estará siquiera dentro de la lista de convocados. En el día de hoy Chiquito rompió el silencio en el canal oficial del club y trató de congraciarse con los hinchas lanzándole una chicana a River comparando los climas que se viven en La Bombonera y en El Monumental.
“Vivir un clásico en la Bombonera es una cosa aparte, una fiesta. Me tocó jugar en el Monumental y no se lo vive de la misma manera” aseguró el arquero, quien buscó congraciarse con la gente de Boca sabiendo que tiene el crédito agotado y que es muy probable que si Leandro Brey tiene un buen nivel no vulva a ser titular nunca más.
Romero fue por más y agregó: “Lamentablemente no pude controlar ese momento. Estaba demasiado enojado con el árbitro por el gol anulado. No me aguanté y tuve una reacción horrible. Tuve que pedir disculpas al hincha, al presidente, a mis compañeros y a mi familia, porque también son hinchas de Boca”, comentó al pasar, tratando de sumar más puntos con la labia que con su nivel adentro de la cancha.
Por último también aseguró que el gol de Milton Giménez en el último minuto debió ser convalidado, mostrando un desconocimiento absoluto del reglamento. La victoria de River dejó secuelas muy graves en el rival de toda la vida a tal punto que uno de los referentes del equipo salió a hablar para tratar de comprar el cariño de sus propios hinchas que son los que ahora lo discuten.