En un nuevo episodio del Superclásico del fútbol argentino, River se quedó con la victoria frente a Boca en lo que fue el regreso de Marcelo Gallardo a la Bombonera en su segundo ciclo como DT. Un resultado que no fue bien recibido, porque Chiquito Romero terminó a las piñas con un hincha que le reclamó más actitud en cancha.
Una victoria que sirve mucho para lo que viene
Por un lado, la victoria de River es una que sirve de envión anímico para afrontar el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores frente a Colo Colo de Chile. Porque de perder, el ánimo del plantel iba a ser otro para tratar de ganar una serie que de momento que se encuentra empatada y que debe definirse en el Monumental.
“El gran objetivo nuestro está el martes. Pero un clásico no se puede nunca dejar pasar por alto. Perderlo deja secuelas. Y por eso vinimos convencidos a imponernos”, manifestó Marcelo Gallardo en conferencia de prensa. Después de dejar la Bombonera, el Millonario volverá a concentrarse. Y en la tarde del domingo regresará a los entrenamientos.
Una derrota que generó pelea en Boca
Cuando el plantel de Boca se estaba dirigiendo al vestuario, se produjo un intercambio con los que hinchas que estaban en la platea. Los cuales quedaron muy enojados por el rendimiento de los jugadores. “El sueldo le pagamos, el sueldo le pagamos“, expresó de manera muy enfática una persona que también insultó a Chiquito Romero.
El insultó fue algo que descolocó de gran manera al arquero, que este decidió regresar del vestuario y salir nuevamente al campo de juego. Su reacción fue acercarse a la tribuna, buscar al hincha y comenzar a discutir. “Decímelo en la cara, decímelo en la cara“, le decía mientras era frenado por varias personas de seguridad.
De hecho, se generó un tumulto en donde algunas manos se cruzaron entre jugadores, personal de seguridad privada e hinchas. Mientras que la Policía de la Ciudad de Buenos Aires le hizo una contravención a Chiquito Romero, debido a que incentivó al desorden público y provocó violencia. También se espera una sanción de oficio por parte del Tribunal de Faltas de árbitros.