River viene de empatar contra Nacional de Montevideo en Uruguay, un partido en el que iba ganando cómodamente por 2-0 en el primer tiempo y que en el segundo se le fue de las manos. 2-2 terminó dejando como positivo el no haber perdido pero quedó internamente una fuerte sensación de derrota por la manera en la que se dio el encuentro.
Lo cierto es que no es la primera vez que le sucede esto al River de Martín Demichelis, un déficit que ha ido creciendo aún más en este 2024. De hecho esto le sucedió por ejemplo en los últimos dos Superclásicos contra Boca, en los cuales abrió el marcador primero, pero luego no pudo quedarse en ninguno de los dos con la victoria, siendo más duro el último ya que significó derrota y eliminación en la Copa de la Liga.
Desde que Demichelis es el entrenador de River ya son 10 los encuentros en los que su equipo comienza ganando y luego termina perdiendo o empatando, seis de ellos durante todo el 2023, y cuatro en lo que va del 2024, por lo que porcentualmente la déficit ha ido creciendo y demuestra lo poco confiable que está siendo el equipo incluso cuando va ganando.
Esta cuestión no es achacable solo al entrenador. En lo que va del año se fueron implementando diferentes sistemas tácticos y también diferentes apellidos y en general se notaron niveles muy bajos desde lo individual. Por caso Enzo Díaz fue uno de los puntos más flojos contra Nacional, cometiendo un penal muy tonto que le sirvió al local para descontar.
Está más que claro que si River quiere aspirar a competir a lo grande a lo largo del año en la Copa Libertadores deberá empezar a ser un equipo más confiable para no sufrir un golpe duro, y esto no solo debe ser una tarea para Martín Demichelis como entrenador, sino que los futbolistas deben elevar su nivel estando adentro del campo de juego.