Los primeros minutos en el Libertadores de América fueron bastante pálidos. Tanto para River como para Independiente, ya que prácticamente no se vieron oportunidades tras el primer cuarto de hora. En parte fue por la presión alta que propuso el Rojo, que complicó la salida limpia del equipo de Martín Demichelis y lo obligó a dividir la posesión.
Una de las pocas aproximaciones que tuvo lugar en los tramos iniciales fue gracias a Miguel Borja, quien después de un tiro de esquina, intentó empalmar una chilena. Sin embargo no remató cómodo y la pelota estuvo lejos de encontrar destino. Mientras que Independiente respondió con un feroz cabezazo de Gabriel Ávalos, que más allá del evidente fuera de juego, despejaba de gran manera Franco Armani.
Casi de inmediato River dio la primera estocada en Avellaneda. Como no podía ser de otra manera, el actor principal fue Miguel Borja: recibió en la puerta del área, engañó a su marcador y sacó un zurdazo casi sin recorrido. Acto seguido se vio beneficiado por un fortuito rebote, que dejó sin ningún tipo de oportunidad a Rodrigo Rey.
Ahí no paró el vendaval del Colibrí, que tuvo otra clarísima a los 34′. Llegó después de un gran pase del Diablito Echeverri, que lo dejó en soledad dentro del área. Pero Rey salió muy rápido y tapó todo el panorama, por lo que el colombiano no pudo estirar la diferencia. No obstante, el Millonario comenzaba a salir del apuro para amigarse con la pelota.
Pero no fue suficiente para evitar la igualdad. Resulta que tras una jugada colectiva, Isla mandó el centro atrás y Gabriel Ávalos no perdonó. Un resultado que iba más a tono con el desarrollo del compromiso, debido a que el local supo encontrar los caminos para lastimar a River. Sin embargo todavía quedan 45 minutos para que el equipo cambie la cara y encuentre una inyección anímica en la antesala de la Supercopa Argentina.