En un clásico muy picante: River e Independiente no se sacaron diferencias y repartieron puntos en Avellaneda

No es ningún secreto que River sufrió buena parte de la primera mitad. Sobre todo por la presión de Independiente, que cortó los canales de pase y logró adueñarse de la posesión. Pese a esta realidad, el equipo dirigido por Martín Demichelis golpeó primero. Como viene siendo costumbre fue gracias a Miguel Borja, quien sacó un sorpresivo remate desde afuera del área y abrió el clásico.

Pero este cachetazo estuvo lejos de sacar de partido al conjunto de Avellaneda, que siguió apretando y encontró premio. Resulta que tras una gran jugada colectiva, Gabriel Ávalos quedó de frente al arco y la mandó a guardar. De esta manera llegaron a su fin los primeros 45 minutos, por lo que Martín Demichelis se fue al vestuario bastante molesto.

Ya en el complemento el técnico millonario metió mano en su once: sacó al Diablito Echeverri y puso a Pablo Solari. A partir de ese momento se vio un River más punzante, que intentaba aprovechar los espacios que dejaba en el fondo Independiente. Pero el Pibe estuvo bastante flojo en los metros finales, por lo que el resultado no se movió en Avellaneda.

Casi en el ecuador de la segunda mitad se dio un susto para River: Costa durmió a la defensa millonaria y selló el 2 a 1. Pero a pesar del desvío en Paulo Díaz, el hombre de Independiente estaba en fuera de lugar, por lo que el tanto no subió al marcador. Ahí no terminó el sacudón para la Banda, debido a que un par de minutos más tarde, Luna quedó solo y sacó un violento remate.

Pero una vez más, Franco Armani despejó de manera espectacular y evitó la caída de su arco. Luego de esta chance el partido entró en una meseta, que se rompió sobre el cierre. En especial por la protesta de los jugadores de Independiente, quienes pidieron un supuesto penal de González Pirez. Sin embargo el reclamo no prosperó y no hubo pena máxima para el local.

A falta de dos minutos para el final tuvo lugar una chance dorada para River: Pablo Solari comandó la contra a toda velocidad y agarró mal parada a la última línea rival. Pero Iván Marcone cortó con falta y recibió su segunda tarjeta amarilla. Más allá de esta expulsión, las emociones terminaron en Avellaneda y el clásico terminó empatado.