Esta noche no fue una más para la gente de River. Es que además de celebrar un nuevo título, debió vivir un doloroso momento: el adiós de Enzo Pérez. Pero más allá de la tristeza, intentó despedir al capitán de la mejor manera. Así quedó a la vista en el Madre de Ciudades, donde los fanáticos se rompieron las gargantas para ovacionar al ídolo millonario.
Con el partido prácticamente liquidado y con el Trofeo de Campeones al alcance de la mano, Martín Demichelis decidió la salida de Enzo Pérez. Como no podía ser de otra manera, llovió una tremenda ovación desde las tribunas del Madre de Ciudades, y los seguidores riverplatenses observaron con lágrimas en los ojos el adiós del capitán.
Primero se fundió en un tremendo abrazo con Nacho Fernández, para luego saludar uno por uno a sus compañeros en su camino al banco de suplentes. Claro está que los encuentros no frenaron una vez que abandonó el terreno de juego, donde también recibió el cariño del resto de los integrantes del plantel millonario. Así se vivió una noche inolvidable, que continuó con los festejos post partido.
Con su característica sonrisa y mucha emoción, el eterno capitán siguió recibiendo el afecto de la parcialidad riverplatense. Aunque una de las postales de la noche se dio algunos minutos más tarde, cuando sus compañeros lo alzaron en andas: “ENZO ES DE RIVER, DE RIVER NO SE VA…”, fue la canción que entonaron los campeones.
La fiesta siguió en Santiago del Estero, cuando los jugadores de River subieron al escenario para recibir la medalla. Obviamente, el último en pasar fue Enzo Pérez, que después de una noche espectacular, levantó el Trofeo de Campeones. De esta manera llegó el final de un ciclo tremendo, que ya tiene su lugar asegurado en las páginas doradas del fútbol.