Llegaba el minuto 48 del segundo tiempo cuando Salomón Rondón conectó de cabeza un gran centro de Pablo Solari. La pelota ingresó en el arco de Tomás Marchiori y River rompió el cero. El elenco de Martín Demichelis había sido ampliamente superior a Atlético Tucumán. Sin embargo, no había sido contundente en los últimos metros. Y por eso, el DT tuvo un increíble festejo en el Monumental
Atlético fue a aguantar al Monumental. Pero, también a tener la pelota para hacer tiempo desde el primer minuto. Tal es así que, sobre el final del partido, se defendían con cinco futbolistas y prácticamente dentro de su área. Por tal motivo el gol de Salomón Rondón significó más que una simple victoria, fue el premio al equipo que más intentó.
Pero, así también sirvió como claro ejemplo para todos aquellos elencos que van al Monumental a hacer tiempo. No es casualidad que River haya ganado 18 de los 19 encuentros que jugó en condición de local en lo que va del año. Ganar con un gol agónico tiene un sentir especial. Es más eufórico todo, desde el grito del tanto hasta los festejos por el triunfo.
Y es una de las cosas más lindas del fútbol. Lógicamente, el anhelo de todo hincha es ganar, golear y gustar. Pero, cuando eso no se puede, no está nada mal conseguir tres puntos de manera ajustada. Tal como sucedió en el superclásico jugado el pasado 7 de mayo en el que River se impuso por 1 a 0 con un gol de penal de Borja en el tiempo de descuento.
El DT de River sabe lo que es esto. Estuvo activo en gran parte del partido ante Atlético. Y sobre el final, cuando conectó Rondón de cabeza y la pelota tocó la red lo gritó como un fanáticos más. Rápidamente se abrazó con Bastian -su hijo- que es alcanzapelotas en su sector. Luego miró al banco de suplentes, recibió el saludo de Paulo Díaz y continuó con una sonrisa dibujada en el rostro.