River le ganó a Defensa y Justicia un partido de seis puntos, intensidad pura durante 65 minutos y merecía golear. Se le cayeron las chances de gol y la diferencia no fue mayor por su falta de eficacia (y también por las atajadas descomunales de Ezequiel Unsain. Pero, a pesar de esto, el mejor de la cancha por lejos y una vez más fue Rodrigo Aliendro. Una vez más, descomunal, se llevó su primera ovación del Monumental.
El termómetro de la cancha y apareció por todos lados siendo fugaz. De dar un pase filtrado a recuperar en el piso como un número cinco en la jugada siguiente. Probó un derechazo al arco que casi se cuelga del ángulo y el Monumental se terminó de rendir a sus pies. Porque Rodrigo Aliendro es la gran figura que hoy tiene el elenco de Martín Demichelis.
“Alieeeeeeendro, Alieeeeeeendro”, bajó al unísono de las tribunas por primera vez desde que viste la camiseta de River. Obviamente, los hinchas se rompieron las manos aplaudiéndolo y gritando por él. Porque saben que su rendimiento es clave para ayudar al equipo y viene siendo el destacado por varias semanas consecutivas. Obviamente, dejó números impresionantes en las estadísticas.
Fue el jugador con más quites (5), con más recuperaciones (10) y el que más faltas recibió. Dio una clase de fútbol y volvió a exponer que es completo. Se puede poner ubicar en la última zona para ayudar en la defensa y regresar al instante para generar juego. Un jugador hecho a la medida de River, que juega como si tuviera 20 años y tiene 32.
“Muy agradecido por el cariño de la gente. Estoy muy feliz de donde estoy. Me da un poco de vergüenza hablar, pero estoy muy contento por el rendimiento del equipo” declaró Aliendro después del compromiso en el Monumental. Un perfil bajo que se traslada a su personalidad: no le gusta hablar frente a cámara y si puede lo evita.