Con la formación que casi que sale de memoria, River salió a la cancha sabiendo que era un partido sin margen de error. Y así lo jugó. Cuchillo entre los dientes, a apretar, a recuperar rápido y no dejar cabo suelto. Un marco imponente. Tras este compromiso trascendental por Copa Libertadores, ahora ¿qué se le viene al equipo de Martín Demichelis?
River se le vino encima desde temprano a Fluminense, al que le costaba hacer pie. Pablo Solari había puesto el 1-0 a los cinco minutos tras gran pase de Aliendro, pero estaba adelantado por una pierna. El local no le dejaba un centímetro al rival en salida. Entre tres y cuatro jugadores presionaban en campo contrario. Metido en todo, en las grandes y en las chiquitas.
Fluminense respondió con dos contragolpes peligrosos, pero para los 30′ el trámite era todo de River. Solo le faltaba animarse a patear al arco, llegaba bien al área y le faltaba movilidad en el último pase. Después, la visita igualó el trámite desde lo físico en el último tramo de la primera parte, pero le costaba demasiado progresar. Eso se notaba.
En el segundo tiempo, River salió con la misma intensidad, porque el partido se lo pedía, y encontró el merecido 1-0. Fluminense se metió atrás y dio paso al ingenio de su rival. Algo que había faltado en el primer tiempo. Rechazo de González Pírez que fue un pase, Solari avanzó con espacio, centro y Beltrán, siempre donde hay que estar, para definir. Sobre el final, un claro penal sobre Barco, le permitió ampliar la ventaja. El ex Independiente se hizo cargo y estampó el 2-0 final.
Tras este choque, ahora deberá cambiar el chip y pensar en la Liga Profesional con algo de tranquilidad. Porque, primero tendrá varios días de descanso. El lunes 12/6 a las 19.15, River se verá las caras con Banfield en condición de visitante. Lo hará en el marco de la fecha 20 y con el resultado puesto de sus inmediatos perseguidores. Porque Talleres jugará el sábado 10 ante Arsenal desde las 21.30 horas. Y San Lorenzo hará lo propio el lunes, pero ante Central Córdoba a las 17hs.