Es el más grande, lejos. Así se define el histórico slogan de River en este arranque de año. Y, claramente, hoy tiene una lectura diferente. La distancia en nivel de juego entre el conjunto de Martín Demichelis y los otros cuatro grandes es mucho mayor a la que se expresa en puntos. Los números lo demuestran y los hinchas se inflan el pecho.
Los cuatro puntos que separan a River de San Lorenzo o los trece de diferencia con Boca son apenas una reseña. Pero, no la única, para mensurar lo que está consiguiendo. Tal superioridad también está presente en distintos registros de la data. Estadísticas que en su conjunto explican el momento del líder de la Liga Profesional del fútbol argentino.
“Quiero que el equipo sea una máquina, cada vez más agresivo”. Así declaraba Demichelis después de su segundo 3-0 consecutivo. Porque su equipo dejó la misma sensación de superioridad que en los restantes cuatro compromisos ganados sin recibir goles. Y la ilusión crece enormemente por parte de los fanáticos de River.
Una percepción que tiene su correlato contra los otros grandes. River no sólo es el equipo con mayor media de festejos por partido (1,9, seis décimas por encima de las lecturas de San Lorenzo y Racing). Sino que además efectivamente avasalla a sus rivales. En esa línea, genera 2,2 oportunidades por encuentro y promedia 16,6 remates cada 90 minutos.
En sí, el que más se acerca es Boca con 14. Pero, con mayor eficacia, pues el 34,3% de sus tiros van al arco. Un índice que está levemente por encima de los 34,1% de Racing, sensiblemente superior al de San Lorenzo (32%). Pero, bastante más alto que los de Boca (27,2%) e Independiente (23,2%). Tal eficiencia en ataque también se puede leer en la diversidad para llegar al gol, porque ya son 12 los futbolistas de River que han convertido en 2023.