River tenía que salir de la turbulencia que viene hace varios días. Y, finalmente, lo logró. ¿Alcanza para ilusionarse con el campeonato? Quizás todavía no, pero hoy el equipo dio un paso importante hacia la recuperación, tanto anímica como futbolística. Y eso se pudo observar con el enorme desahogo de los jugadores con Marcelo Gallardo festejando el gol de la victoria ante San Lorenzo.
Esta tarde, en el Nuevo Gasómetro, River jugó un buen primer tiempo. En ese lapso, abrió el marcador con el golazo de Mammana y sobre el cierre se acomodó. Después, en el complemento, perdió la pelota, se quedó con uno menos por la roja a Herrera. aunque en el momento más crítico de la tarde, sacó a relucir la entrega y el corazón cuando San Lorenzo se venía y consiguió defender el 1-0.
Fue una semana muy compleja para River. Venía de perder el superclásico en La Bombonera y recibió otro cachetazo frente a Banfield en el Monumental. Por eso, necesitaba ganar casi como sea. No jugó completamente bien, no brilló claramente. Pero se unió en la presencia de sus máximos referentes y sacó adelante un partido que en la previa pesaba bastante.
Con este escenario, hubo un fuerte desahogo de los jugadores y el cuerpo técnico en pleno césped del Pedro Bidegain. Con el pitazo final, Enzo Pérez, que jugó una monstruosidad, alzó los brazos en sinónimo de descargo, sonrió y hasta sacó la lengua, mezclando felicidad con mucho agobio. Un verdadero capitán dentro del campo.
El plantel de River se agrupó en una ronda en el centro del estadio y se alentaron unos a otros. Y de esta forma, emprendieron el camino hacia el vestuario entre abrazos y choques de palmas y con Marcelo Gallardo saludando a cada uno de sus futbolistas. Sí, tal como hizo el pasado miércoles luego de la derrota con Banfield en el Monumental.