En enero, Marcelo Gallardo se decidió por incorporar a Emanuel Mammana y Leandro González Pirez. Y, en buena parte, fue porque entendía que a David Martínez no le quedaba mucho tiempo en River. Sin embargo, ahora vive un momento muy peculiar y el partido contra Barracas Central tendrá una gran importancia a nivel personal.
David Martínez era uno de los jugadores con más intereses en el plantel. Afianzado en dupla con Paulo Díaz, con uno de los rendimientos más parejos entre todos sus compañeros, el 2021 fue un año de consolidación para él. Dado que vino con tres títulos en el club de sus amores y también con la confirmación en la selección paraguaya.
Ahora bien, a partir de allí nadie podía imaginar el 2022 que está transitando. Un año que arrancó ya está bastante torcido. Al tercer partido de la temporada, Martínez sufrió contra Newell’s en Rosario una distensión del ligamento lateral de la rodilla izquierda. Y, lamentablemente, esto lo mantuvo más de un mes afuera. Gallardo tenía que rearmarse…
Encontró su reemplazante con Mammana y, para el colmo, Martínez nunca pudo recuperar el nivel altísimo con el que cerró el año pasado. Hasta pareció sufrir una involución por falta de confianza que tocó su punto más bajo en aquel 0-1 contra Vélez en Liniers, por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores, cometiéndole un penal a Janson.
Gallardo lo sostuvo, intentó devolverle tranquilidad, pero la tarjeta roja que vio el defensor de 24 años contra Barracas por Copa Argentina y el último desgarro en el cuádriceps izquierdo fueron los capítulos que le siguieron a un año muy difícil. Hoy pelea desde atrás y el próximo partido en el Monumental es de suma importancia para ver si se le presenta otra chance para sumar minutos y recuperar confianza.