Faltan pocos días para que se juegue el Superclásico, y es importante estar en todos los detalles. Por supuesto, un factor fundamental será la seguridad, sobre todo teniendo en cuenta los últimos antecedentes negativos. Justamente, con el objetivo de evitar incidentes en la llegada de Boca, la dirigencia de River tomó una decisión que implica a los hinchas.
Luego del recordado escándalo del gas pimienta en la Copa Libertadores 2015, la final de 2018 trajo otro episodio lamentable, esta vez en el Monumental. El micro de Boca fue brutalmente agredido con piedrazos en su arribo, y el partido debió suspenderse. El resto es historia conocida, y River terminó gritando campeón en Madrid. Aunque ese triste hecho quedó en la memoria de todos.
A partir de allí, se agudizaron los controles de seguridad en las llegadas de los micros visitantes. Y se implementó cerrar el ingreso de los hinchas por la calle Lidoro Quinteros hasta que la delegación rival pise el Monumental. El problema es que esto comenzó a provocar malestar y bronca entre los fanáticos que van a la tribuna Centenario. Motivo que obligó a la dirigencia a tomar una decisión.
De esta manera, se cambió el histórico ingreso visitante por Quinteros, y ahora lo harán por la calle Blanco Encalada, a pocas cuadras del Monumental. La iniciativa se probó el último domingo ante Gimnasia y funcionó sin inconvenientes. Por lo que se repetirá el domingo frente a Boca. Así las cosas, se espera evitar cualquier tipo de incidente, y los hinchas no sufrirán para entrar a la cancha.
El operativo de seguridad para el River-Boca
Considerando que asistirán más de 72 mil hinchas de River, los Organismos de Seguridad diagramaron un inmenso operativo. En total, habrán 1.200 efectivos de la Policía de la Ciudad, más 120 agentes de Tribuna Segura, quienes supervisarán el ingreso. Además, se colocarán molinetes extra, y las puertas del estadio abrirán cuatro horas antes del inicio del partido, para agilizar los distintos controles.