Falta muy poco para que haya elecciones en River, y la era D’Onofrio llegará a su fin tras ocho años de gestión. Más allá de todos los éxitos conseguidos de la mano de Marcelo Gallardo, el presidente se irá con un lunar que los hinchas le recuerdan a cada instante. Tiene que ver con la enrome cantidad de futbolistas que se fueron libres. Y a propósito, esto se volvió a repetir con una de las promesas del club que pintaba para crack.
Desde que llegó a River allá por 2014, Marcelo Gallardo inició un gigantesco proyecto infanto-juvenil, y empezó a hacer debutar muchos chicos de inferiores. Los resultados empezaron a verse inmediatamente. Pese a que en los primeros años de su ciclo, fueron muy pocos los que lograron consolidarse de buena forma en primera.
Ya en 2016, hicieron su estreno otros juveniles. Entre ellos, Matías Moya. Fue el 4 de diciembre frente a Independiente en Avellaneda, con solo 18 años. El enganche venía destacándose en inferiores y llamó la atención del Muñeco rápidamente. Con su técnica, su gran velocidad, y un gran talento, ilusionaba a todos. Aunque no logró agarrar continuidad.
Apenas disputó cuatro partidos en River y marcó un gol, el 2 de diciembre de 2018 ante Gimnasia en el Monumental. Luego, a principios de 2019 se fue a préstamo a Banfield, donde tampoco pudo afianzarse y solo jugó cinco encuentros, hasta que emigró a fines de 2020. Su siguiente desafío estaba en el Ñublense de Chile, que le abrió las puertas para que pudiera desplegar su fútbol.
Pero lo que ningún hincha de River sabía era que no se había ido a préstamo, sino que lo hizo con el pase en su poder. De esta manera, se transformó en el jugador número 33 de la era D’Onofrio en marcharse en condición de libre. Sin embargo, la buena noticia para el Millonario es que le corresponderá el 10% de una futura venta. Algo que no evita que haya mucha indignación por haber perdido a otra joya de la cantera.