A día de hoy, no hay mejor definición para Sebastián Abreu que loco y, en segundo escalón, trotamundos. Quizás su paso por tantos equipos no le generó la regularidad necesaria para ser tenido en cuenta como lo son otros. Pero, sin dudas, el uruguayo destila calidad.
Sebastián Abreu es un verdadero trotamundos y la cantidad de clubes lo reflejan. En julio de este año, el loco decidió dejar el fútbol tras una derrota por 5-0 de su Sud America ante Defensor Sporting. Hasta esa fecha, fue compañero de Tomás Andrade, otro ex River. Pese a ese anuncio, volverá a ponerse los botines para jugar en Olimpia de Minas.
“Va a cumplir el sueño. Washington Sebastián Abreu cumplirá el sueño de vestir oficialmente la camiseta de Olimpia en este Campeonato Minuano de Primera División. ¡Bienvenido a tu casa, Loco!”, fue la forma en la que Olimpia anunció su llegada. Cabe mencionar que Abreu nació en Minas y es por ello que se habla de su “casa”.
Incluso ha podido ser técnico de 2 equipos: Santa Tecla de El Salvador y Boston River de Uruguay. Cosas que, quizás, solo el loco pueda darse el gusto de hacer como si fuese algo normal. Para colmo, ahora salió con otra de sus locuras más allá de que jugará un torneo regional con Olimpia.
El delantero de 45 años, que supo picarla en una definición por penales en semifinales de un Mundial, disputó un encuentro previo a debutar con Olimpia. Se colocó la camiseta del colegio Jesús María en la Liga de la Asociación Deportiva de Integración Colegial. Él jugó con la dorsal número 13 que lo identifica y el partido finalizó 3-3 ante Monte VI.