Las horas previas al Superclásico del domingo a River se le hicieron eternas y caóticas por los 15 casos positivos de COVID-19 confirmados hasta el momento. Por mala fortuna, los cuatro arqueros del plantel profesional se contagiaron y ayer tuvo que hacer su debut Alan Leonardo Díaz, el suplente de Franco Petroli en la Reserva. En las horas previas y en el post también, el jugador amateur recibió un gran apoyo de toda la gente.
El futuro de Leonardo Díaz estaba cerca de llegar a su fin en River. El arquero cumplió 21 años en enero y, en caso de no tener contrato profesional, en diciembre tenía que partir e irse en busca de un nuevo destino. En las Inferiores no tenía rodaje y en la Reserva mucho menos. Pero en un fin de semana, el destino del oriundo de Lanús cambió rotundamente.
“Se me está haciendo eterna la espera para debutar en Reserva”, se lamentaba puertas adentro Leonardo Díaz hace días. El sábado, en su casa en Lanús, el jugador se enteraba que Enrique Bologna, Germán Lux y Petroli habían dado positivo de COVID-19 y ya se preparaba para una casi segura convocatoria a falta de arqueros. Horas más tarde, ante la baja de Franco Armani, el juvenil se enteraba que iba a ser titular en La Bombonera.
Sin tener el rodaje necesario, Díaz era un desconocido para los hinchas millonarios. El sábado por la tarde, en su cuenta de Instagram, apenas tenía 1.100 seguidores. Muchos de ellos, compañeros suyos en las Inferiores y familiares. Pero después de conocer su historia de vida, del Superclásico y de las felicitaciones de los jugadores de Boca y del propio Marcelo Gallardo, la cuenta del arquero explotó.
En cuestión de horas nada más, el juvenil ya suma 337.000 seguidores en Instagram. En un día y minutos, más de 335.000 personas se sumaron a la red social del arquero para dejarle su mensaje de apoyo. En un puñado de horas, ya posee más fanáticos que Robert Rojas, Paulo Díaz, Fabrizio Angileri, Agustín Palavecino y Federico Girotti, entre otros. A sus 21 años, la carrera futbolística de Alan Leonardo Díaz recién comienza. Apoyo de la gente, por lo menos, no le va a faltar.