Tras un primer tiempo donde el Millo se impuso con goles de Facundo Colidio y Miguel Borja, el complemento empezó muy picado, con un fuerte cruce entre los jugadores de River y Nacional. Todo se desencadenó tras una tremenda infracción de Lozano, que de la manera en la que fue, pudo haber lesionado de gravedad a Rodrigo Aliendro. Para colmo, en el medio del revuelo, Paulo Díaz se llevó una piña en la cara de parte de Romero, que claramente debió haber sido expulsión.
Pero después de apoyarse en el VAR, Anderson Daronco tomó una decisión insólita: no expulsó a Leandro Lozano y solo castigó a Franco Romero con una tarjeta amarilla. De manera lógica los jugadores de River expresaron su enojo, aunque debieron bajar las revoluciones para no perder el foco.
Volviendo a lo que ocurría en el desarrollo del juego, hizo acto de presencia Franco Armani. Fue con una tapada espectacular, que desactivó un remate a quemarropa que pudo significar el descuento del local. De igual manera se sentía que la fricción afectó al juego del Millonario, que hasta ese momento había hecho un partido prácticamente perfecto.
Las cosas se complicaron más a los 76 minutos, después de que la pelota le pegue en el brazo a Enzo Díaz y el árbitro cobre la pena máxima. No hubo nada que hacer para Armani: Garneiro abrió la zurda y Nacional encontró el descuento. Para colmo en la siguiente jugada River recibió otro golpe durísimo, ya que dejó mucho que desear en la marca y le empataron el partido.
Evidentemente, los segundos 45 minutos que jugó River distaron mucho de los visto durante la primera mitad. Tal fue así que pudo haberse ido del Estadio Gran Parque Central con las manos vacías, debido a que Nacional llegó con mucho peligro. En definitiva, la no expulsión de Romero cambió por completo el rumbo del encuentro, y una vez más, el Millonario no consiguió reponerse.