Boca, si bien ya no se encuentra en el camino al título de la Copa Argentina, el triunfo de River del pasado jueves ante Racing le generó una gran alegría. El “Millonario” se impuso por la mínima diferencia, 1-0, en el Gigante de Arroyito, logrando la clasificación a las semifinales de la competencia nacional.
El gol que sentenció el disputado encuentro llegó a los 4 minutos del primer tiempo por intermedio de Maximiliano Salas. El partido, válido por los cuartos de final del certamen, estuvo marcado por la intensidad y los numerosos cruces entre los jugadores, confirmando la tensión que rodea a este clásico moderno del fútbol argentino. A lo largo del compromiso, se registraron un sinfín de discusiones y empujones que elevaron la temperatura del ambiente.
Más allá de la alegría de la clasificación para River, el resultado generó una situación reglamentaria paradójica que involucra a Boca Juniors. El reglamento de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) establece que el campeón de la Copa Argentina obtiene un cupo directo a la próxima Copa Libertadores de América. Si los de Núñez conquistan el título y ya tiene su boleto asegurado por otra vía (como la tabla anual o la Libertadores), liberaría un espacio y correría la lista de clasificación.
¿Boca recibe una ayuda de River?
El desenlace del torneo podría, por ende, beneficiar a Boca Juniors en sus aspiraciones de clasificar al máximo torneo continental. Si bien la idea de que el clásico rival levante un trofeo resulta contraria a los deseos de cualquier hincha “Xeneize”, la reglamentación genera este escenario inusual. La potencial consagración de River en la Copa Argentina le simplificaría a Boca el acceso a la Libertadores a través de la tabla general, sin depender exclusivamente de sus resultados deportivos.
Con el triunfo en un partido “híper caliente” y la confirmación de su pase, River avanza a las semifinales, donde se enfrentará a Independiente Rivadavia de Mendoza. La victoria no solo mantiene al equipo de Núñez en la lucha por un nuevo título, sino que le abre una puerta a Boca a mantener la ilusión de clasificar a la Copa Libertadores entrante.
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