A casi cuatro décadas de aquella noche inolvidable en Tokio, la final Intercontinental de 1986 sigue viva en la memoria del mundo River. Y uno de los grandes protagonistas de esa gesta, Antonio Alzamendi, volvió a revivirla en diálogo con Infobae, la “Hormiga” recordó el gol más importante de su carrera y puso en valor una conquista que, con el paso del tiempo, algunos intentan minimizar.
“Yo el gol lo veo siempre. Me lo pasan los hinchas. Indudablemente fue el más importante”, confesó el autor del tanto que le dio al Más Grande el título intercontinental frente al Steaua de Bucarest.
Como chicana, siempre se utilizó al cuadro rival para restarle importancia al titulo obtenido por el elenco de Núñez, por esa razón, el uruguayo dijo: “A veces quieren hacer creer que jugamos contra nadie. Sería bueno saber que el Steaua de Bucarest ganó en Europa, le había ganado al Barcelona y era la base de la mejor selección rumana de la historia“.
El equipo del Bambi Veira no se enfrentó a cualquier equipo, sino al que hace 40 años atras, era uno de los más fuertes del mundo.
Una final sufrida, pero bien recordada
“Había equipos formidables. Pero nosotros teníamos un cuadrazo y sufrimos ese partido como locos, metimos a morir y sacamos el resultado” expresó la Hormiga.
En el medio de la anecdota, Alzamendi recordó el paso previo para disputar esa final, es decir, la Copa Libertadores: “River temblaba porque hacía años que no podía ganar una Copa Libertadores. Había que estar en ese partido contra el Cali, que había que ganar. Te tiraban toda la historia arriba”, explicó, y tambíen agregó: “Esas cosas hay que reconocerlas. No es tan fácil ser campeón de América”.
Detrás del gol, del título y de la foto eterna, hubo presión, sufrimiento y un equipo que supo hacerse cargo de la historia. Por eso, 1986 no es solo un año más en el calendario del Millonario, sino que se trata de un símbolo que perdurará a través de los años.
