Una de las preocupaciones de cara a los cuartos de final de la Copa de la Liga es el estado del campo de juego del Estadio Mario Alberto Kempes. El cual presentó una imagen bastante desfavorable y que encendió varias alarmas entre los planteles de River y Boca. Además, el mismo podría influir en el físico de los jugadores. Porque ya son varios los que sufrieron lesiones debido a este tópico.
¿Qué pasó?
“Todos los estadios del país, en este momento, están en este proceso y nosotros no estamos ajenos a esto. La expectativa que generó un partido como este en el interior, sobre todo porque hace mucho tiempo que no se juega un Boca-River en Córdoba, ha hecho que todos hayan puesto los ojos sobre el estado del campo de juego”, manifestó Marcos Ibáñez, responsable del campo, en Sports Center.
“Se llega en condiciones. Lo que ven ustedes es un momento habitual de todos los años que es la resiembra invernal. Lo que se hace es una incorporación de una especie de césped que soporta temperaturas frías y que este es el momento adecuado para hacerlo”, agregó. La unión de las parcelas de pasto provocó que se vea la imagen de un campo abandonado.
No obstante, el estado del campo de juego del Estadio Mario Alberto Kempes comenzó a mejorar con el paso de los días. De hecho, las últimas tomas que se realizaron muestran una ausencia casi completa de las franjas de tierra, y más presencia de verde. Uno de cierto tono oscuro. Solo resta ajustar la altura del césped y pintar las líneas blancas.
Es importante señalar que la elección del partido entre River y Boca fue clave para asegurar un terreno en buen estado. Porque pasar del sábado al domingo da como resultado un tiempo más para realizar trabajos que permitirán que la pelota se traslade de manera correcta y no vaya dando saltos. Algo que posibilitará un juego sin tanta fricción.
