Aníbal Moreno y una venta a contrarreloj: la ingeniería financiera que destrabó su salida de Palmeiras

Ayer domingo, el mercado de pases le dio una grata satisfacción al hincha de River, y es que la institución Millonaria oficializó la contratación de Aníbal Moreno, que llega procedente desde Palmeiras. Pero, para que se haya dado su llegada, hubo todo un trasfondo económico que también involucra a otro grande del fútbol argentino.

La salida de Aníbal Moreno del conjunto brasileño fue una operación que, lejos de responder únicamente a lo futbolístico, estuvo marcada por contratos previos, cláusulas sensibles y una cuenta regresiva que apuró a todas las partes involucradas. El volante, que había llegado al club carioca desde Racing, terminó siendo protagonista de una negociación compleja que tuvo como actor interesado al Más Grande y como condicionante central una obligación económica que Palmeiras buscó evitar a toda costa.

A mediados de año, cuando el nombre de Moreno comenzó a circular con fuerza en Núñez, la postura del Verdao fue tajante, para sentarse a negociar pedían US$15.000.000. Ese número funcionó para cuidar y retener al futbolista. Sin embargo, el calendario empezó a jugar su propio partido y el contrato que había posibilitado su llegada desde Racing pasó de ser una ventaja a transformarse en un problema.

El peso de Racing, la baja en la cotización y el rol silencioso de River

Si la transferencia se concretaba después del 1° de enero, Palmeiras debía abonarle a Racing US$ 1.500.000 más un porcentaje de plusvalía por una futura venta. Esa cláusula terminó siendo el principal motivo para acelerar la salida del jugador antes de que el año llegara a su fin. En paralelo, la cotización de Moreno ya no era la misma para este mercado, ya que su valor se había ajustado a una franja de 12 millones de dólares.

Allí apareció otro elemento clave, una deuda pendiente que el Verdao mantenía con el Millonario por operaciones anteriores. Ese pasivo permitió compensar parte de la diferencia económica y destrabar un acuerdo que, de otro modo, hubiera sido mucho más complejo.

Además, la constante presión del jugador para salir exclusivamente a River terminó de dictaminar el futuro de la operación. Con pocos días por delante para evitar un pago mayor a Racing, Palmeiras aceptó la oferta y dio luz verde a una transferencia que, en esencia, explica por qué lo compró y por qué decidió venderlo.

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