Durante el último mercado de pases, sonaron una gran cantidad de nombres para reforzar el plantel de Marcelo Gallardo. Sin lugar a dudas, uno de los que más expectativa supo despertar entre los hinchas de River era el de Lucas Beltrán, debido a que había perdido su lugar en la Fiorentina y no descartaba escuchar propuestas para recuperar protagonismo.
Pero, a pesar de que River se mostró interesado e incluso consultó a Fiorentina por un préstamo, la operación no tuvo continuidad. La primera intención del Vikingo era continuar en el Viejo Continente, por lo que se mantuvo atento hasta el último día del periodo de transferencias, protagonizó una transferencia relámpago y aceptó el llamado de un histórico de España.
Casi sobre la hora, se convirtió en refuerzo de Valencia, que lo sumó a préstamo y buscará que se convierta en su principal referencia de ataque. “Sentí que era una buena oportunidad conociendo la exposición del Valencia. No hizo falta que nadie me convenza, el club es muy grande a nivel nacional y mundial”, comenzó el goleador durante su presentación.
En esta línea, puso el foco en las dificultades que se le presentaron a lo largo del periodo de transferencias producto de la firme postura que había adoptado Fiorentina. “Fueron dos meses bastante difíciles. Hubo charlas desde hace 15 días, pero la Fiorentina solo quería una venta. Con el correr de los días aceptaron el préstamo”, continuó el atacante.
Su futuro y la postura de River
“Lo más importante es que le vaya bien al equipo. Si al equipo le va bien, a mí también me irá bien”, culminó Lucas Beltrán, ilusionado ante la posibilidad de volver a empezar en el Viejo Continente. De momento, su futuro no invita a pensar en un regreso inmediato a Sudamérica, por lo que el Millo deberá cambiar de objetivo si pretende encontrar al sucesor de Miguel Borja en el corto plazo.

