Además de moverse por nuevas incorporaciones en vistas de los tramos decisivos de la Copa Libertadores, la dirigencia de River se encargó de cumplir otro de los principales pedidos de Marcelo Gallardo en el mercado: oxigenar el plantel. Por lo tanto, se hizo eco de la lista de borrados y puso en marcha las gestiones para terminar los ciclos que ya no tenían vuelta atrás.
Priorizó las transferencias al exterior, como quedó en evidencia con Gonzalo Tapia o Adam Bareiro. Aunque con el correr de los días, también optó por negociar a los borrados al fútbol argentino, atendiendo los llamados de los equipos interesados en aprovechar el éxodo. Así, recibió numerosas propuestas de Vélez, que volvía a la carga tras incorporar a Rodrigo Aliendro.
Una realidad que, una vez más, dejó bajo los flashes a un jugador que llegó directo desde la Premier League durante el ciclo Demichelis; sin embargo, no consiguió hacer pesar su jerarquía y terminó relegado: Manuel Lanzini. Después del Mundial de Clubes, Gallardo le comunicó que ya no iba a tenerlo en cuenta, por lo que no dudó tras hacerse eco de la propuesta del Fortín.
“Mis últimos meses en River fueron duros, a uno no le gusta estar apartado. Tuve una charla con Gallardo donde me comunicó lo que pasaba conmigo”, comentó el mediocampista durante su presentación en Vélez. Acto seguido, firmó contrato con el conjunto de Liniers por 18 meses, con la intención de encontrar el protagonismo que no consiguió en su segundo ciclo en el Millo.
¿Terminaron las salidas en River?
Mientras Marcelo Gallardo prepara a sus dirigidos para un tramo del semestre bastante exigente, dos jugadores parecen haber quedado afuera de los planes: Matías Kranevitter y Federico Gattoni. El zaguero recién regresaría a Sevilla en diciembre, una vez finalizado su contrato, mientras que el oriundo de Yerba Buena corre contrarreloj en el mercado para encontrar un nuevo destino.
