Justo antes de que River afronte uno de los partidos bisagra del semestre, Marcelo Gallardo quedó obligado a cambiar sus planes producto de una pésima noticia. Tuvo como protagonista a Germán Pezzella, quien, después de salir reemplazado en el clásico contra Independiente por una fuerte dolencia en su rodilla, confirmó que sufrió una rotura ligamentaria y tendrá por delante una extensa recuperación.
No solo despertó la consternación del mundo River, sino que también acercó una interrogante para el futuro inmediato del plantel. Sobre todo por la cercanía del compromiso de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores, donde el Muñe ya tenía en claro que no podía contar con Lucas Martínez Quarta (lesión) y Lautaro Rivero (no fue incluido en la lista).
En este contexto, parecía que otra de las piezas clave también se quedaba afuera, debido a que sufrió una molestia que lo dejó sin chances de disputar el cruce ante el Rojo: Paulo Díaz. No obstante, las últimas informaciones indican que llegaría con lo justo, por lo que, si todo sale según lo esperado, acompañará a Sebastián Boselli en la zaga central titular para medir fuerzas contra el Gumarelo.
“Paulo Díaz hizo trabajos livianos porque no le quieren exigir la rodilla para que no se inflame. Hay optimismo en River de que juegue ante Libertad“, reveló Gustavo Yarroch, anticipando la presencia del chileno en el Estadio La Huerta. Así, el técnico podrá tachar un importante dolor de cabeza, que ganó mucha intensidad en las últimas horas por una preocupante racha de lesiones.
La baja que complicaría a River
Está claro que Gallardo no solo sufrió en la última línea de su equipo por las numerosas bajas, sino que también debió mover piezas en la delantera: Sebastián Driussi y Maxi Salas se perderían el compromiso de ida contra Libertad, ya que no se encuentran al cien desde lo físico. Por esta razón, el Muñe no los arriesgaría y pensaría sus regresos para la vuelta en el Monumental.
