Ahora mismo, Marcelo Gallardo y sus dirigidos centran buena parte de su atención en los compromisos inmediatos de River. Principalmente en el ámbito local, donde el equipo afrontará dos pruebas importantes: primero por Copa Argentina contra San Martín de Tucumán y luego por el Torneo ante Independiente. En paralelo, el DT también palpita la serie de octavos de la Copa Libertadores que, a pesar de que tendrá lugar dentro de unas semanas, ya podría provocarle un dolor de cabeza.
Para repasar esta situación resulta obligatorio poner el foco en el reciente andar de la dirigencia en el mercado de pases, donde aceleró por futbolistas de jerarquía para reforzar los puntos flacos del plantel millonario. Así, protagonizó una de las novelas más discutidas del fútbol argentino, cuando hizo sonar el teléfono en Avellaneda para dar un importante golpe.
El apuntado en cuestión era Maxi Salas, quien, después del tira y afloja entre River y la Academia, alcanzó un entendimiento con la Banda para ejecutar su cláusula de rescisión y ponerse bajo las órdenes de Gallardo. Dejó grandes sensaciones después de sus primeros minutos oficiales en Núñez, incluso reencontrándose con el gol y brindando soluciones inmediatas.
No obstante, se topó con un abrupto freno en la noche del domingo: debió abandonar el terreno de juego en el clásico producto de un golpe, que, luego de los estudios correspondientes, arrojaron un esguince distal del ligamento colateral medial izquierdo. Su recuperación demandaría entre dos y tres semanas, por lo que se encienden las alarmas de cara a los cruces de Libertadores.
“Tema Maxi Salas: muy en duda para jugar en Paraguay por Libertadores el 14 de agosto. Esta muy al limite para llegar al partido del 14 de agosto. Faltan 17 días“, expresó Sebastián Srur, dejando en claro de que, a pesar de que no está descartado, el futbolista podría convertirse en baja contra Libertad y cambiar los planes del DT.

