Mientras prepara a sus dirigidos para el Mundial de Clubes, Marcelo Gallardo sigue dándole vueltas a su plantel. Entiende que necesita una nueva referencia de ataque para el segundo semestre, ya que no quiere depender del nivel de Sebastián Driussi ante el posible adiós de Miguel Borja. Por lo tanto, el Muñeco no dudó, marcó un nombre de su lista de posibilidades y puso en marcha los sondeos para que River sume a su segundo refuerzo: “Dale, vení para acá”.
En primer lugar, el Muñeco se encargó de tachar alternativas de peso, debido a que confirmó que no existían chances de acelerar por Alejo Véliz (cerca de Rosario Central), José López (cómodo en Palmeiras) y Joaquín Correa (refuerzo de Botafogo). Por este motivo, apuntó todos sus cañones al Viejo Continente, donde se encontraba un delantero que prometía brindarle varias soluciones.
Se trataba de Lucas Beltrán, quien, después de un semestre plagado de altibajos, vio un cambio en su panorama: Fiorentina se quedó sin DT, ya que, pesar de que había renovado su contrato hace unas semanas, Raffaele Palladino interrumpió su ciclo . A partir de este imprevisto, el Muñeco entendió que había llegado el resquicio que tanto necesitaba para presionar por el regreso del Vikingo.
“Marcelo Gallardo llamó a Lucas Beltrán para que salga de la Fiorentina y venga a River ahora. Le dijo ‘no hay técnico, no hay nadie, ya vení para acá’ y lo empezó a convencer para que haga presión“, confirmó Sebastián Srur. De esta manera, el entrenador comenzó a mover piezas para que la dirigencia millonaria concrete una de las vueltas más esperadas para la Copa Libertadores.
El panorama que afronta River
Más allá de las ganas y la billetera que tiene a disposición el cuadro de Núñez para repatriar a Lucas Beltrán, Jorge Brito sabe que no afronta una operación sencilla. Principalmente porque apenas pasaron unos años desde que el goleador arribó a Europa y, a pesar de que no tuvo los minutos que esperaba durante la última temporada, considera la idea de quedarse para mejorar su situación ¿El Millo logrará inclinar la balanza?
