River tiene en claro que será un 2025 clave para pelear nuevos objetivos. Y tendrá el Mundial de Clubes como una de las grandes citas. Por eso, trabajará arduamente en lo que respecta al mercado de pases. Y de la mano de Marcelo Gallardo junto con la dirigencia planean varios refuerzos. Pero, también están atentos a las salidas donde habrán movimientos importantes. Como es el caso de un nombre con el que ya “se hartaron”: “Juega con una apatía abismal”
La realidad enmarca que mientras estuvo Martín Demichelis en el banco de River, Miguel Borja fue de las figuras absolutas del equipo. Hasta se puso en jaque al DT porque hubo momentos donde priorizó a otros nombres por encima del colombiano. Pero, la realidad hasta ese entonces era que su gran cantida de goles lo tenían posicionado como uno de los máximos anotadores de ese entonces.
Pero con la salida de Demichelis y la llegada de Gallardo su chip cambió. O la renovación que hizo el nuevo entrenador le dio un giro inesperado y su racha se terminó. Después de una larga sequía volvió a reencontrarse con el arco rival y los tantos aparecieron. No obstante, para el DT, hoy no es un titular indiscutido en el once de River.
Y ya comienza a hablarse de su futuro, que también está en tema de discusión de cara a lo que viene. Porque saben que su cláusula en vez de subir, bajará a 4 millones de dólares. Por lo que, es bastante accesible para pedir buscar salida. Tal es así que desde el Millonario saben que hay elencos desde distintos puntos del mundo que pretenderán llevárselo.
A esto también estarán atentos, pero es claro que la paciencia se agota. Con el bajísimo presente que mantiene y la poca actitud de entrega, el Millonario se plantó. Y pase lo que pase, “no renovará y se irá a fin de año” contó Hernán Castillo. Rápidamente, se hizo eco la noticia y recordaron lo que reveló Renzo Pantich. “Buena parte del plantel está harta de las actitudes de Borja, tanto públicamente como internamente en cada entrenamiento. Sienten que, en muchas ocasiones, se entregan por completo, mientras que el colombiano juega con una apatía abismal”. Sin dudas, el cafetero tiene los días contados.

