Desde que Jorge Brito cerró la incorporación de Marcos Acuña, trascendió una información que palpitaba un último arribo. Aseguraba que se trataba de un jugador de primer nivel, que iba a estar en la tapa de todos los diarios. En este contexto, el nombre que sonó con mayor intensidad fue el de James Rodríguez, quien buscaba un nuevo destino para seguir viendo acción.
Así empezó una extensa novela, que desde sus tramos iniciales contó con versiones cruzadas. Porque desde Colombia aseguraban que los contactos entre River y el jugador eran reales y que incluso estaban bastante avanzados. Mientras en Núñez descartaron esta posibilidad de manera categórica, asegurando que nunca consideraron el nombre del ex Real Madrid.
El Millonario dejó de formar parte de esta historia después del triunfo ante Talleres de Córdoba por los octavos de final de la Copa Libertadores: el propio Marcelo Gallardo dejó en claro que no cruzó palabra con el mediocampista. Después de estas declaraciones, la atención se trasladó rápidamente al viejo continente, donde verdaderamente se estaba definiendo el futuro del colombiano.
Todo siguió como esperaban en España y, en cuestión de días, se confirmó el desenlace de la agotadora novela. “¡James Rodríguez ha llegado a un acuerdo verbal con el Rayo Vallecano! Un año de contrato más opción a otra temporada, quería volver a La Liga. Trámites formales, revisión de documentos y médico la próxima semana antes de firmar“, confirmó Fabrizio Romano.
Con James Rodríguez en España, ¿cómo sigue el mercado de River?
De momento, gran parte de los reflectores de Núñez se encuentran puestos en las posibles salidas. Aunque también quedó una puerta abierta para un último refuerzo, que en caso de tomar forma, deberá ser manera obligada del fútbol argentino. Porque la extensión que confirmó la AFA para el mercado solo permite la incorporación de jugadores del ámbito local o libres: hay tiempo hasta el 6 de septiembre.