En la noche del sábado, Marcelo Gallardo concretó su ansiado regreso al Monumental. Fue recibido con una lluvia de aplausos, ovaciones y el clásico ‘Muñeco, Muñeco’ que cayó desde las tribunas. Aunque la alegría no fue la única emoción que se hizo presente en Núñez, debido a que también hubo lugar para el enojo. Lo provocó Wanchope Ábila, con un gesto que se llevó el repudio de la gente de River.
Con el objetivo de ganar confianza de cara a los octavos de final de la Copa Libertadores, River recibió a Huracán. Un encuentro que, ante la paridad en el resultado, destacó por el regreso de Marcelo Gallardo al banco millonario. Uno de los grandes artífices de aquella final de Madrid, que dejó al cuadro de Núñez en lo más alto del continente.
Aunque del otro lado también se encontraba un protagonista que dijo presente aquel 9 de diciembre de 2018, justamente en la vereda de enfrente. Se trataba de Ramón Wanchope Ábila, quien esperaba hacerse un lugar en el once de Frank Darío Kudelka. Comenzó la entrada en calor ante 84 mil personas, que no tardaron en recordarle su pasado en Boca.
Así tuvo lugar un cruce en el Estadio Monumental, donde los fanáticos de River contestaron con silbidos el gesto del actual delantero de Huracán: se llevó las manos a los brazos, simulando tener frío. Fue lo más destacado de Wanchope en la noche del sábado, ya que apenas jugó 25 minutos y estuvo lejos de representar una amenaza para la última línea millonaria.
Lo que había dicho en la previa del cruce con River
“Somos invitados al reestreno, pero nosotros vamos a hacer lo nuestro, tenemos que aprovechar. Es como ser el mozo del casamiento del Diego: es terrible porque lo ves, pero estás laburando”, declaró el ex Boca en la antesala del compromiso, poniendo el foco en el comienzo del segundo ciclo de Marcelo Gallardo al frente del Más Grande.