A pesar de los pocos días que tuvo para preparar a sus dirigidos, Marcelo Gallardo dio unas cuantas pistas sobre el futuro de su ciclo. Tanto en su once inicial como en el banco de suplentes, que contó con las presencias de varios jugadores que no parecían tener lugar. Mientras que, por otra parte, dos nombres que se perfilaban para pelear por el puesto quedaron afuera contra Huracán y pierden terreno de cara al cruce con Talleres.
En la noche del sábado, Marcelo Gallardo comenzó de manera oficial su segunda etapa al frente de River. No tenía un desafío sencillo, debido a que del otro lado se plantó Huracán, que venía puntero y se ilusionaba con frustrar la fiesta millonaria. Es por eso que el Muñeco no se guardó nada y optó por su mejor once para intentar quedarse con los tres puntos.
Gracias a esta determinación se pudo palpitar gran parte del equipo que dirá presente el miércoles en el Mario Alberto Kempes, cuando River visite a Talleres por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores. Aunque, en paralelo, también quedó a la vista la postura del entrenador con varios jugadores que están obligados a correr desde atrás para hacerse un hueco.
Así sucede con Sebastián Boselli y Daniel Zabala, quienes quedaron afuera del banco de suplentes contra Huracán. Todo parece indicar que sucederá lo mismo contra Talleres, debido a que ambos tendrían varios nombres por delante en la lucha por el puesto. Incluso continúan llegando alternativas, como quedó en evidencia con el arribo de Fabricio Bustos.
Por lo tanto, a pesar de la lesión de Agustín Sant’Anna, el charrúa recién asoma como tercera opción en la banda derecha. Mientras que su panorama y el de Zabala tampoco mejoran al imaginarlos como centrales: además de las titularidades de Germán Pezzella y Paulo Díaz, se encontrarían algunos escalones por debajo de Ramiro Funes Mori y Leandro González Pirez en la disputa por un lugar.
