Antes del primer cuarto de hora, la Selección Argentina encontró su primera alegría. Fue gracias a una gran jugada colectiva, que ganó peligro gracias a una habilitación de Julián Álvarez: bajó la pelota dentro del área y se la dejó servida a Thiago Almada. El ex Vélez no perdonó y, con un potente derechazo, abrió el resultado para la Albiceleste.
Sin embargo, las cosas se fueron complicando con el correr de los minutos. Primero con una lesión que obligó a Javier Mascherano a mover piezas en su once: Lucas Beltrán quedó sentido tras un choque y debió ser reemplazado. Minutos más tarde, llegó otro baldazo de agua fría cuando Aymen Hussein anticipó a Nicolás Otamendi y selló el empate parcial.
Con este resultado, la Celeste y Blanca parecía tener un pie afuera de los Juegos Olímpicos. Es por eso que, en el complemento, los de Javier Mascherano salieron decididos a buscar el triunfo. Así quedó en evidencia a los 16 minutos, con un frentazo inatajable de Luciano Gondou que volvió a poner a la Selección Argentina por delante.
Los minutos seguían su curso y, a pesar de la superioridad desde el juego, la ventaja albiceleste era mínima. Pero la tranquilidad se hizo presente entre los fanáticos a los 39 del complemento, cuando después de una gran jugada entre Simeone, Almada, Gondou y Zenón, la pelota le quedó a Equi Fernández: con un preciso zurdazo, liquidó el asunto.
En definitiva, los de Javier Mascherano consiguieron sus primeros tres puntos en los Juegos Olímpicos. Alcanzaron la línea de Irak en el Grupo B y, a la espera de que finalice el Marruecos-Ucrania, se ubican segundos. Pasando en limpio, todo se definirá en la tercera fecha, cuando la Selección Argentina se juegue la clasificación a la próxima fase ante los europeos.