A lo largo de la historia de River, han existido muchos jugadores que ilusionaron con su llegada, pero que después no terminaron rindiendo como se lo esperaba. Uno de estos claros ejemplos es el de Agustín Fontana, el delantero de 28 años, quien arribó desde Banfield en 2021 a cambio de una suma cercana a los 2 millones de dólares.
Precisamente, a principios de 2021 el Millonario desembolsó 1.750.000 dólares por el 75 por ciento de su ficha, aunque su rendimiento no fue el que se pretendía. De hecho, durante su paso por el conjunto de Núñez solo disputó 15 encuentros y no pudo convertir ningún gol. Por este motivo, el atacante optó por armar las valijas y mudarse hacia un nuevo club.
En primera instancia, Fontana se fue a préstamo a Defensa y Justicia donde jugó 31 partido, anotó 2 tantos y repartió 3 asistencias. Nuevamente, su nivel no fue el que se esperaba y el Halcón desistió de ejecutar la opción de compra. Tras regresar a River, se le comunicó que no iba a ser tenido en cuenta y se llegó a un acuerdo para rescindir su contrato.
Así fue como Agustín terminó recalando en Sarmiento con el pase en su poder. El oriundo de Lomas de Zamora defendió la camiseta del Verde de Junín durante 23 compromisos, convirtió dos goles y brindó una asistencia. Sin embargo, la historia se repitió otra vez y en las últimas horas el futbolista acordó terminar su vínculo prematuramente para tener una nueva experiencia.
Mientras todo esto sucedía, Agustín Fontana nunca dejó de lado el cariño que le tomó a River. De hecho, se mostró entrenando en varias ocasiones vistiendo los colores de la institución. En su momento, fue pedido por Marcelo Gallardo, no rindió como prometía y estuvo casi un año sin jugar. Eso no le impidió tomarle aprecio al Millonario que le dio una oportunidad en ese entonces.
La etapa de Agustín Fontana en River
Previamente en diálogo con TyC Sports, Agustín Fontana recordó su paso en River, donde festejó algunos títulos, pese a no jugar: “Más allá de no jugar, me sentía parte del grupo. Desde que llegué, nunca me hicieron a un lado y siempre me trataron como uno más. Por eso era la felicidad, ellos me trataron tan bien a mí, que yo verlos a ellos así me ponía contentos”.
“Sé que más allá de los partidos que tuve no estuve a la altura de River. Ahora no me queda otra que pasar la página, seguir para adelante y hacerlo al máximo donde me toque ahora para volver al nivel que estuve en Banfield. La adaptación me costó un poco y yo me ponía mucha presión para hacer lo mejor. En esos partidos que me tocó, si hacía un gol, agarraba un poco más de confianza”, confesó.