A pesar de que la competencia oficial ya regresó, las novedades en el mercado de pases están a la orden del día. Y Juan Ramírez se lleva todas las miradas. Al volante de San Lorenzo se lo disputan entre River y Boca, pero por el momento, el Ciclón no tiene intenciones de venderlo. En este contexto, el jugador se plantó y tomó una decisión que podría ser determinante para su futuro.
Después de las llegadas de Enzo Fernández y Braian Romero, Marcelo Gallardo se obsesionó y comenzó a pedir por un volante ofensivo. El Muñeco sabe que Nicolás De La Cruz tiene chances de dejar el club, por lo que pretende sumar a Juan Ramírez, una de las grandes figuras de San Lorenzo. El ex Talleres es del gusto del DT y River ya inició gestiones para contratarlo, pero tiene un fuerte competidor.
Se trata nada menos que de Boca, que habría ofertado dos millones de dólares por el futbolista. Los rumores indican que Juan Román Riquelme levantó el teléfono y llamó a Ramírez para convencerlo de arribar al Xeneize, algo que lo tentó. En este contexto, el mediocampista entiende la importancia que tiene que los dos clubes más grandes de la Argentina lo estén buscando. Y decidió tomar cartas en el asunto.
La intención de Ramírez es pegar el salto a cualquiera de los dos, aunque el llamado de Román habría inclinado la balanza a favor de Boca. A raíz de estas ofertas, el jugador no firmará planilla para el debut de San Lorenzo en el Torneo de la Liga Profesional ante Arsenal. Es que si lo hace, ya no podría jugar el certamen con ningún otro equipo. Y con esta medida dejó en claro cuál es su deseo.
Además, en el día de ayer, el volante terminó de explotar al enterarse que el Ciclón no aceptaría venderlo, y abandonó la concentración del plantel. El enojo de Juan radica en que el club de Boedo mantiene una importante deuda con él, pero no deja que se marche. Incluso, Ramírez manifestó que estaría dispuesto a resignar ese dinero para ser transferido. Lo concreto es que esta novela recién comienza y las próximas horas serán claves.