El doloroso episodio del descenso de River en 2011 es una marca imborrable en la memoria del fútbol argentino. Aquel traspié no solo representó una de las mayores heridas deportivas para el club, sino también el catalizador de una profunda reestructuración institucional y deportiva.
En medio de la avalancha de críticas dirigidas a la dirigencia y el cuerpo técnico, la figura del defensor paraguayo Adalberto Román quedó singularmente asociada a la serie definitoria contra Belgrano por una acción puntual que resultó decisiva para River. Hoy, el exfutbolista ha optado por un camino completamente distinto, centrado en el campo, específicamente en la ganadería.
Antes de su llegada a la River, Román había forjado una destacada trayectoria en su país, vistiendo la camiseta de Libertad, una de las instituciones más importantes de Paraguay. Allí, el zaguero se erigió como un pilar en la defensa, formando parte de un plantel que logró dominar el torneo local y conquistar varios campeonatos en poco tiempo. Su nivel sobresaliente capturó la atención del “Millonario”, comprándolo casi en 3 millones de dólares.
Adalberto Román y un triste recuerdo en River
El paso de Román por River no cumplió con las expectativas iniciales. Su nombre quedó permanentemente ligado al peor momento del club, siendo un protagonista involuntario del descenso de 2011 al cometer un penal en el decisivo partido de la promoción contra Belgrano. A partir de ese suceso, la relación del futbolista con la afición se deterioró irremediablemente, lo que complicó su continuidad en el equipo de manera definitiva.
Tras el retiro, el paraguayo optó por volver a sus raíces, dedicándose de lleno a la vida del campo. Román se volcó a la ganadería, una actividad que ya conocía desde su juventud. A pesar de su alejamiento del ámbito profesional, mantiene un vínculo activo con el deporte, participando en encuentros de carácter amateur con el Club Deportivo La Colmena.
